Las claves: Musk comprueba que en la política y los negocios las amistades son de conveniencia
¿Qué deben hacer los jefes de las grandes tecnológicas con Donald Trump?


¿Qué deben hacer los jefes de las grandes tecnológicas con Donald Trump? Varios, como Jeff Bezos o Mark Zuckerberg, que se habían sumado a la ola progresista, han optado por apoyarle en lo económico e incluso en lo ideológico, pero manteniendo un perfil relativamente bajo. Otros, como Jensen Huang, de Nvidia, tienen una postura más distante. Elon Musk, en cambio, se ha mojado hasta el fondo en su apoyo al republicano, con quien comparte su odio a lo woke; pero sus diferencias respecto a la política presupuestaria han acabado por dinamitar su supuestamente estrecha amistad. El daño a las empresas y por tanto a la fortuna de Musk que supone enemistarse con el poder político de EE UU –que por ahora sigue siendo mayor que el económico, a pesar de todo– hizo que el viernes el fundador de Tesla intentara enfriar la tensión con Trump. Quizá el magnate de origen sudafricano haya descubierto por fin –como dicen que sugería, en broma, el dictador Francisco Franco– que es mejor no meterse en política. Los seguidores de ambos quizá se sientan ahora un poco descolocados, como niños ante el divorcio de sus padres. En política y en los negocios, la amistad suele ser de conveniencia.
Los viajeros de avión quizá preferirían que no se reformaran sus derechos
Hay que tener cuidado con lo que se desea. La propuesta de reforma del reglamento europeo de Derechos de los Pasajeros puede acabar siendo contraproducente para estos: el tema de las maletas en cabina se quedará prácticamente como está, puesto que se pondrán negro sobre blanco unas medidas máximas que coinciden, grosso modo, con lo que se suele permitir. Además, los viajeros solo podrán reclamar una indemnización a partir de cuatro o seis horas de retraso (dependiendo de la distancia), en vez de las tres actuales. Al menos, en lo relativo al equipaje, habrá una seguridad jurídica que ahora está ausente.
El alcohol sigue siendo básico para divertirse... al menos en los cruceros
Aunque los jóvenes cada vez beben menos alcohol, las generaciones veteranas siguen teniéndolo como uno de sus vicios principales; y, dado que los que viajan en cruceros tienden a ser de los que ya le han dado la vuelta al jamón, se comprende que las navieras y la industria de las bebidas reclamen al Gobierno multiplique por 10 la cantidad de etanol (puesto que hay otros alcoholes, menos entretenidos) libre de impuestos que se puede llevar en un crucero. El límite actual, fijado en 2021, pretendía evitar el contrabando, pero es muy pequeño para un modo de transporte típicamente ocioso. Podría pensarse que 4.000 o 5.000 pasajeros juntos en un espacio reducido son suficientes para encontrar formas de divertirse sin recurrir a las sustancias, pero las tradiciones son las tradiciones.
La frase del día
Nos guste o no, seguiremos dependiendo de Estados Unidos [en materia de defensa]... durante mucho tiempo
Friedrich Merz, canciller de Alemania
Dejar de recibir estímulos o de producir en tiempos de hiperconectividad
Dejar de mirar el móvil durante un rato en el metro, o hacerlo de forma distraída, sin implicarse emocionalmente con el último tuit o el último whatsapp, puede ofrecer oportunidades como empezar a charlar con la persona que se sienta al lado, y que eso de lugar, a su vez, a un café, a una cita o a lo que surja. La pandemia, y en menor medida el apagón de abril, han hecho que mucha gente se plante hasta qué punto es adicta al estímulo constante, y a producir todo el tiempo, ya sea en lo laboral o en su vida privada, manteniendo vivas relaciones a veces de forma artificial. Tener los pies en la tierra (incluso, literalmente, como el entrenador de fútbol Luis Enrique, que practica el earthing o grounding) es complicado en tiempos de hiperconectividad.