La aerolínea Wizz Air prolonga su sangría en Bolsa y pierde un tercio de su valor en tres jornadas
Los analistas rebajan las previsiones sobre el valor después de los malos resultados presentados el jueves


La aerolínea de bajo coste Wizz Air no logra remontar el vuelo en Bolsa. Las acciones, que el pasado jueves sufrieron un desplome del 27,82%, siguen a la baja. El viernes cedieron otro 3,21% y, hoy, registran descensos del 1%. Tres sesiones que han volatilizado casi una tercera parte de su valor. La sangría bursátil se desató después de publicar unos resultados por debajo de las previsiones y de no ofrecer al mercado perspectivas económicas para el año, citando la mala visibilidad del negocio.
Wizz registró un beneficio neto de 225,8 millones de euros (258 millones de dólares), por debajo de su objetivo de entre 250 y 300 millones de euros. Según la empresa, los gastos de explotación, excluido el combustible, aumentaron casi un 19%, hasta 3.300 millones de euros. La compañía se ha visto obligada a dejar en tierra unos 44 aviones de media, casi el 20% de su flota, por problemas con los motores fabricados por Pratt & Whitney. Esta inmovilización de sus aeronaves contribuyó a un aumento significativo de sus costes unitarios en combustible. Wizz espera tener 34 aviones sin operar cuando termine el primer semestre fiscal. La empresa se ha visto afectada por la revisión de los motores GTF de la empresa Pratt & Whitney, una incidencia que ha afectado a varios modelos de pasillo único de Airbus. La situación obliga a dejar aviones en tierra mientras las turbinas se desmontan e inspeccionan, y obviamente tiene impacto en la cuenta de resultados.
Los malos resultados tampoco han pasado desapercibidos para los analistas. El valor ha recibido casi tantas recomendaciones de compra como de venta. La previsión media de beneficio por acción para el ejercicio ha bajado en un 17%, según el consenso de analistas de Bloomberg. UBS también ha rehecho cálculos a la luz de los nuevos datos, y ha aplicado un severo recorte a los beneficios por acción previstos: un 35% a los de 2026 y un 23% a los de 2027. Con todo, mantiene la recomendación de compra: “Si bien el entorno operativo actual es difícil, las perspectivas a medio plazo son favorables a medida que disminuyen los problemas (problemas con los motores y control de costes). Sin embargo, tras 12 meses de rebajas, creemos que los inversores se mantendrán cautos hasta que vean progresos en el control de costes y el aumento de beneficios”, añade el banco suizo. “Si Wizz es capaz de demostrar un crecimiento continuado de los beneficios, deberíamos ver una recuperación material de las acciones desde los niveles actuales y es probable que lo peor haya pasado”.
La propia empresa indica que las inmovilizaciones de aviones, la retirada de la flota A320ceo y el retraso en la mejora de los gastos aeroportuarios contribuyen al alza de los costes. El consenso de los analistas esperaba, de hecho, que los gastos bajaran, por lo que la predicción contraria “ha decepcionado” a los inversores, según Alex Irving, analista de Bernstein: “Dada la estrategia de Wizz como aerolínea de ultra bajo coste, su baza ganadora se deriva del control de costes”. El consejero delegado, Jozsef Varadi, ha apuntado que 2027 “será el gran año decisivo”. Hasta entonces, el problema de los motores seguirá marcando la empresa, dijo. De cara a 2026, la aerolínea ha señalado que espera operar con un aumento máximo del 20% en capacidad y dos puntos porcentuales más en capacidad de carga, unido a una mejora de los ingresos con respecto a 2025, respaldado por reservas actuales.