Nvidia, ante la prueba de fuego del impacto financiero de los aranceles de Donald Trump
El icono de las siete magníficas publica sus primeros resultados en pleno huracán comercial, pendiente de la demanda de sus chips de IA y de la relación con China


Nvidia tiene poco margen de error. La consentida de Wall Street en el negocio de la inteligencia artificial (IA) mide esta noche el impacto financiero real de los aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La empresa presentará a cierre del mercado los resultados del primer trimestre de su año fiscal, que corresponden a los meses de febrero, marzo y abril, tras un camino bursátil lleno de altibajos en 2025. Ya antes de la locura tarifaria de Trump —su cadena de suministros es muy dependiente de Taiwán— la firma había sufrido un golpe en la mandíbula propinado por DeepSeek. La IA china, que logró resultados similares con menos recursos, borró 541.880 millones de euros de valor en Bolsa a Nvidia, pérdidas que se extendieron a otros jugadores del sector tecnológico estadounidense.
El listón está alto y la expectación elevó su valor de mercado el 3% el martes. El consenso de los analistas prevé que los ingresos del primer trimestre sean de 43.317 millones de dólares, un 63,3% más que el mismo periodo del año pasado. Pero probablemente la clave de la jornada resida en la guía de ventas que proyecte la compañía para todo el año, medidor ante las idas y venidas del presidente estadounidense con sus políticas comerciales. Al respecto, los analistas de Bloomberg señalan que “es probable que Nvidia presente una guía y unos resultados fuertes”, pero advierten de que las nuevas restricciones al H2O, el chip que la empresa desarrolló específicamente para superar el veto a China, impactaría sus ventas en 15.000 millones de dólares en 2026. El endurecimiento de Trump a las exportaciones le costó 5.500 millones de dólares en Bolsa al gigante de Santa Clara.
Entretanto, la mayoría de las casas de análisis recomienda la compra y ve un potencial de retorno del 23,2%. Angelo Zino, analista de CFRA Research, asegura que su postura frente a Nvidia “ha mejorado considerablemente en las últimas semanas” gracias a “cambios favorables en las políticas”, como la flexibilización de los aranceles a China y la eliminación de la norma que limitaba la difusión de tecnologías de inteligencia artificial. Aun así, advierte que persiste “incertidumbre” en torno a la llamada investigación 232 sobre semiconductores, una medida iniciada por la Casa Blanca para evaluar el impacto de las importaciones de productos farmacéuticos y chips en la seguridad nacional.
Con todo, el mercado quiere más y el consenso augura una facturación de 200.560 millones de dólares para el año fiscal de 2026, cifra que aumenta hasta los de 249.000 millones en 2027; es decir, un 90,8% más respecto a lo facturado en el año fiscal de 2025 (130.497 millones). Los analistas también tendrán la lupa puesta en el libro de pedidos de la empresa, en su distribución geográfica y en la demanda que reflejen sobre los productos de más valor añadido y enfocados en IA.
La relación de precio sobre beneficios (PER) actual es de 28, muy por debajo de su valoración en los últimos cinco años de 40, según datos recopilados por Bloomberg. Morningstar considera que Nvidia cotiza con una prima, pero no excesiva. Según su análisis, el valor razonable de la acción es de un PER ajustado de 32 veces para el ejercicio fiscal 2026 y de 26 veces para el ejercicio fiscal 2027. Es decir, esperan que el múltiplo baje a medida que los beneficios crezcan, lo que sugiere que el mercado ya descuenta parte del crecimiento futuro, sin entrar en terreno burbujeante. “Nvidia tiene la mejor versión de IA”, escribieron, y mantienen su valoración de 125 dólares por acción.
Un gran poder requiere una gran responsabilidad: la capitalización de Nvidia es de 3,27 billones de dólares, solo superada por Microsoft. Así, los resultados que presente el coloso de los chips pueden marcar el rumbo de todo el mercado bursátil estadounidense. Al S&P 500, índice de referencia de EE UU, le ha sentado muy mal el disparate de Trump. Tras el día de la liberación, el índice perdió un 12% de su valor de mercado en solo cuatro días. La tregua anunciada (aún vigente) le dio un respiro y recupera terreno: un 18,2% desde entonces a la fecha. Ahora el índice quiere volver al punto máximo logrado a inicios de 2025, pero aún está un 4,1% por debajo de esa cima.
Los anuncios impredecibles de Trump han impactado diferentes clases de activos en los mercados financieros: desde el dólar, pasando por las rentabilidades de los bonos del Tesoro, la Bolsa y el oro. Desde Morningstar explican que el foco de los inversores (“que siempre quieren encontrar un trimestre mejor que el anterior”) respecto de los resultados de Nvidia estará en el impacto de “los aranceles y la geopolítica”. El mercado está a la espera y llegó la prueba de fuego. Más si a la presión arancelaria se suma el sentimiento inversor, que viene de semanas de gatillo fácil y además tiene aparcados 6,44 billones de euros en efectivo para ver qué hacer con ellos, según analistas del BBVA.
Sobre la firma
