La marca Asturias, paraíso natural cumple 40 años

Corrían tiempos de estreno de autonomía, tiempos de consolidación de la democracia. Fue durante la primera legislatura de la Junta General del Principado de Asturias (1983-1987) y con Pedro de Silva como presidente del Gobierno de Asturias.

Eran tiempos de incertidumbre y de cambio, de una reconversión económica que afectaba a la práctica totalidad de los sectores productivos sobre los que Asturias se había sustentado: naval, siderurgia, agrario, minería… Una situación que, lejos de afectar a un único sector, lo hacía a la práctica totalidad de la economía.

Tiempos de incertidumbre, pero también de buscar alternativas, de pensar –como se repite ahora insistentemente– de manera disruptiva. Una de ellas vino de la mano de Pedro Piñera, por entonces consejero del Gobierno de Asturias y su equipo. De su mano terminaría por concretarse el lema: Asturias paraíso natural.

Sólo faltaba la imagen, que sería encargada al catalán Arcadi Moradell y que es la que recogió todas las expectativas llevándolas incluso un poco más allá. Encarnado en un mirador ornado por tres arcos del arte prerrománico asturiano –que también cumple 40 años de su declaración como Patrimonio Mundial por parte de la Unesco– a través del que nos asomamos a un paisaje que, escalonado, nos lleva desde la costa –que sigue siendo la mejor preservada de España– a las cumbres más elevadas del Principado.

La estancia media en la comunidad creció el año pasado un 5,3% respecto a 2023, situándose en 3,37 días

“Se trata de una imagen que ha trascendido su condición de referencia turística para pasar a formar parte del imaginario colectivo de asturianas y asturianos: ha pasado a ser un símbolo de toda una comunidad, un icono representación colectiva tan apreciado como respetado”, afirma la consejera de Turismo y vicepresidenta del Gobierno asturiano, Gimena Llamedo.

Por ello, no es casualidad que después de 40 años su autor vaya a ser nombrado hijo adoptivo de Asturias. “Me he emocionado muchísimo, para mí es un honor tremendo. Después de catalán me siento asturiano”, asegura Moradell. “Es la manera de oficializar un merecido reconocimiento a quien tuvo la pericia para acertar y proyectar la imagen de Asturias al futuro”, remarca Llamedo, quien destaca que “la marca Asturias, paraíso natural encarna el nacimiento de un nuevo modelo de turismo. Cuando el turismo en España miraba casi exclusivamente al sol y playa, el Principado decidió apostar por un modelo alternativo basado en la conservación medioambiental, en la calidad del servicio y que favoreciese un desarrollo sostenible (ahora sabemos que se llamaba así) de la Asturias rural”.

Al margen de eslóganes publicitarios, la protección del litoral, la existencia de siete Reservas de la Biosfera o el hecho de que más de un tercio de su territorio esté bajo alguna figura de protección ambiental, permiten asegurar que, 40 años después, la promesa que encarna el lema Asturias, paraíso natural sigue vigente.

Para los amantes de la naturaleza las rutas alrededor de los Picos de Europa o los Lagos de Covadonga son imprescindibles si se quiere practicar senderismo, escalada o cicloturismo.

Los que prefieren disfrutar del mar, los paseos o la buena gastronomía cuentan con más de 40 playas (Rodiles, Gulpiyuri o El Silencio), y pueblos costeros como Cudillero o Luarca.

Tito Bustillo y el Pindal, con pinturas rupestres y arte prehistórico son algunas de las propuestas culturales, que no pueden obviar un recorrido por las calles de Gijón y Oviedo.

Un paraíso de récord

El sector turístico del noroeste español representa aproximadamente el 8% de todo el empleo nacional vinculado a esta actividad, según datos de Turespaña. Un porcentaje que se eleva hasta el 9,3% en Asturias, donde el sector turístico aporta el 11,6% al producto interior bruto de la comunidad.

El inicio del año confirma este despegue. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Asturias registró en febrero el mayor crecimiento de la España verde con más de 100.000 turistas que generaron casi 185.000 pernoctaciones. Además, tuvo en 2024 el mayor gasto medio por turista nacional del noroeste con casi 68 euros y la estancia media creció el año pasado un 5,3% respecto a 2023, situándose en 3,37 días, recoge Turespaña. Los viajeros nacionales realizaron 4,42 millones de viajes en Asturias, lo que supone un incremento del 2,4%, y gastaron 1.247 millones de euros, según el INE.

Franceses, estadounidenses y alemanes son sus principales visitantes del exterior

El presidente de la Asociación de Turismo y Hostelería de Asturicas (OTEA), José Luis Álvarez Almeida, deja claro que la patronal que dirige “no quiere batir récords ni marcas, sino que Asturias sea un referente turístico con empresas más fuertes y estables, trabajadores mejor formados y vender bien ese modelo de calidad”. Almeida afirma que la región “tiene un modelo turístico envidiable en el que lo de batir récords se las dejamos a los políticos que también deben tener alguna referencia estadística”.

A estos hitos hay que incorporar la internacionalización. En apenas un lustro el número de turistas extranjeros creció un 54%, rompiendo la hiperdependencia del mercado nacional. Si ahora mismo representan el 22,5% del total, hace cinco años era el 17,5% y hace diez años no llegaban al 15%. Por el lugar de origen y el gasto, los franceses son los principales visitantes (19 millones de euros), seguidos de los estadounidenses (16 millones), alemanes (14 millones), británicos (12 millones en euros).

La llegada de la alta velocidad ferroviaria y el crecimiento exponencial de las conexiones áreas nacionales e internacionales explican este despegue que durante la pandemia ha convertido a Asturias en un destino prioritario que por primera vez pueda comenzar a hablar de desestacionalización.

“Todo para crecer cuando hay margen para hacerlo –temporada baja– y fomentando el descubrimiento de zonas donde el turismo tiene espacio para descubrir (la política con la que promocionamos espacios menos conocidos dentro de Asturias), explica la consejera.

La Estrategia de Turismo del Principado 2020-2030 plantea las bases para este desarrollo turístico: la sostenibilidad, la identidad regional, la autenticidad y la calidad de recursos y servicios.

En este sentido, el Gobierno de Asturias aprobó hace unas semanas la modificación de la Ley de Turismo para endurecer los requisitos que permiten poner en marcha viviendas de uso turístico (VUT) y reforzar los mecanismos de control sobre este tipo de alojamientos. Esta reforma aborda cambios e incorporaciones en la regulación ahora vigente de las VUT con la aspiración de consolidar la calidad, impedir la masificación y mejorar la convivencia entre visitantes y vecinos.

También pretende evitar que en Asturias se reproduzcan los graves problemas de acceso a la vivienda que se están produciendo en otros lugares de España. Además, se sientan las bases para delimitar futuras zonas turísticas protegidas, con el objetivo de salvaguardar el medio ambiente y el patrimonio histórico de las áreas más concurridas.