Juan Páramo (Philip Morris): “La regulación en España debe tratar de forma diferenciada al cigarro frente a otros productos”
Asegura que la marca ha invertido 14.000 millones de dólares en el desarrollo de “alternativas sin humo” como las bolsas de nicotina o el snus (tabaco oral sin combustión)


Juan Páramo, director de comunicación de Philip Morris International, ha defendido este jueves una regulación del tabaco que “tenga en cuenta la diferenciación entre el cigarro y los otros productos”, sea “predecible” y que pueda “facilitar el cambio a estas alternativas menos dañinas”, durante las jornadas CREO, organizadas por CincoDías y Prisa Media. Según ha recordado el ejecutivo de la tabaquera cuyas ventas representan el 23% del mercado mundial de cigarrillos —gracias a su marca más comprada Marlboro—, “el principal problema está en la combustión. La regulación diferenciada puede permitir que el fumador haga el cambio con razones fundadas y basadas en la ciencia”.
Juan Páramo ha asegurado que la marca ha invertido, durante estos últimos 15 años, hasta 14.000 millones de dólares en el desarrollo de estas “alternativas sin humo” en las que se encuentran el cigarrillo electrónico, los productos orales de nicotina como el snus o el tabaco calentado. Estos productos ya representaban el 42% de sus ingresos netos al cerrar el primer trimestre de 2025, una cifra que la compañía quiere elevar al 66% de aquí al 2030. “Hay que estar muy orgullosos de lo que estamos consiguiendo”, ha recalcado Páramo al destacar que estos productos cuentan con 38 millones de usuarios.
Sin embargo, el responsable de la firma ha recalcado que existe una gran desinformación sobre el tabaco y que el principal obstáculo sigue siendo la “confusión”. Según ha destacado, “muchas personas ni siquiera conocen todas estas alternativas al cigarro”. En este contexto, ha insistido en la importancia de concienciar a los fumadores sobre el impacto nocivo de la combustión del tabaco, para “facilitar la transición hacia estas opciones menos dañinas para la salud”, según el ponente.
Páramo ha explicado que desde el lanzamiento de IQOS en Japón —la línea de dispositivos de calentamiento de tabaco de Philip Morris— la población fumadora de cigarros tradicionales se ha reducido un 50%. Asimismo, ha citado el ejemplo de Reino Unido, donde la implementación del cigarrillo electrónico contribuyó de forma importante en el “descenso de la población fumadora”.
En España, Páramo ha destacado que Philip Morris ha trasladado su producción a las islas Canarias “generando 120 puestos de trabajo y 15 millones de inversión” y que “existe capacidad y oportunidades de aumentar esas inversiones siempre y cuando el entorno regulatorio sea predecible y tenga en cuenta la diferenciación entre categorías de productos”.
En nuestro país, un 25,8% de la población entre 15 y 64 años fuma diariamente, según mide la encuesta Edades, del Ministerio de Sanidad, lo que supone un descenso de más de siete puntos con respecto a 2022, fecha del último estudio, pero sigue representando 8 millones de personas, según Páramo. Sin embargo, el consumo del tabaco varía claramente según el genero. Los hombres fuman mucho más que las mujeres, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La UE ha establecido un objetivo ambicioso de reducir el consumo de tabaco a menos del 5% de la población para 2040, por lo que muchos países, entre ellos España, están ya modificando sus legislaciones para cumplir con el reto marcado. Sin embargo, hasta la fecha —y según ha recalcado Páramo— Suecia es el único país en haber alcanzado oficialmente este objetivo y lo ha logrado en parte gracias a la sustitución de cigarrillos por productos como el snus, las bolsas de nicotina y los cigarrillos electrónicos, por lo que el nivel de consumo de nicotina es similar a la media europea.