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Sacyr baraja preservar sus autopistas en Chile tras hacer caja en Colombia

El grupo revisa si es necesario soltar nuevos activos una vez que ha traspasado tres concesiones a Actis por 1.400 millones de euros

Sede central de Sacyr en Madrid.
Javier F. Magariño

El acuerdo alcanzado por Sacyr para vender tres autopistas en operación en Colombia al fondo Actis, anunciado ayer ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), va a convertirse en munición en manos de la española para aumentar y diversificar su cartera de concesiones. La cantidad pactada es de 1.600 millones de dólares (unos 1.403 millones de euros), de los que 318 millones de dólares (279 millones de euros) corresponden al capital (equity) y entrarán directamente en la caja del grupo de infraestructuras que lidera Manuel Manrique. El resto es deuda asociada a los tres proyectos traspasados: Unión Vial Río Pamplonita (autopista Pamplona-Cúcuta), Desarrollo Vial al Mar (autopista al Mar 1), y Concesionaria Vial Unión del Sur (autopista Rumichaca Pasto), con un total de 416 kilómetros. El refuerzo obtenido ha hecho que la dirección de Sacyr piense en aparcar otras desinversiones, como la que afecta a las autopistas en Chile.

Sacyr, que tenía ofertas vinculantes desde marzo, ha esperado a un escenario de tipos bajos para materializar la colocación de las infraestructuras colombianas. El avance en el proceso, hasta el acuerdo con Actis, ha hecho que la compañía levante el pie del acelerador en el plan de soltar las chilenas Ruta del Algarrobo (participación del 26%), Rutas de Limarí (26%), Valles del Bío-Bío (26%), Rutas del Desierto (26%) y Valles del Desierto (31%), con un total de 680 kilómetros. A ellas se suman el hospital de Antogafasta (671 camas) y el aeropuerto de El Tepual (cerca de dos millones de viajeros al año). La inversión acumulada es de 1.500 millones y se trata de parte del negocio concesional de Sacyr en el país andino, donde cuenta con 19 contratos. Fuentes de la compañía señalan que esa desinversión está en revisión.

De forma paralela, Sacyr avanza en el proyecto de creación y venta parcial del vehículo de concesiones Voreantis. En esa filial se dará entrada a un socio de perfil financiero con un máximo del 49% del capital, mientras la vendedora mantendría la mayoría y la gestión de los activos. Con ese movimiento se espera la captación de 800 a 1.000 millones de euros, en caso de traspasarse el 49%, en función de una valoración que se prevé entre los 1.900 y 2.000 millones.

De momento, está descartado que la autopista colombiana que ha quedado fuera de la operación con Actis, la Puerta de Hierro, se integre en la citada Voreantis. No se puede afirmar lo mismo de las infraestructuras chilenas.

Menos peso en Colombia

Sacyr se mantiene en Colombia, donde cuenta con otras tres concesiones: la citada Puerta de Hierro, abierta al tráfico; el corredor Buenaventura-Loboguerrero-Buga y la recuperación de los ecosistemas degradados del Canal del Dique, estos dos últimos en fase de desarrollo. Al cierre de 2024, el colombiano era el principal mercado por ingresos y ebitda para Sacyr Concesiones, con 528 y 317 millones de euros, respectivamente, y Chile era el segundo destino por ventas, con 524 millones el año pasado y un ebitda de 225 millones.

El mercado aplaudió ayer la operación lograda en Colombia con una revalorización del 3,23% para Sacyr en el mercado madrileño. El objetivo de esta desinversión ha sido bajar peso en Latinoamérica para tratar de ganarlo en Norteamérica, Reino Unido o Australia. Además, el importe de la venta está un 12% por encima de la valoración que Sacyr dio a las tres autopistas en el Investor Day de 2024. Este hecho “confirma e incluso aumenta el valor de los activos”, sostiene la empresa.

El cierre de la transacción ha quedado sujeto al cumplimiento de distintas condiciones suspensivas, estando previsto a lo largo de la segunda mitad de este año. El impacto contable de la operación será negativo, en unos 65 millones de euros, por el tratamiento contable que establecen las normas internacionales de contabilidad (IFRIC XII) para las sociedades concesionarias clasificadas como activos financieros. Ese efecto negativo debería ser compensado, según la empresa, por la previsión incluida en el contrato de compraventa que ofrece a Sacyr el derecho a recibir cantidades variables (earn-outs) que rondan los 70 millones de dólares. Esa palanca positiva contable y en caja llegaría “en función del éxito de varias reclamaciones actualmente en gestión”, argumenta Sacyr.

La cesta de 73 activos de Sacyr Concesiones está tasada en 3.551 millones y su plazo medio de explotación alcanza los 28 años. La inversión gestionada tiene un volumen de 22.000 millones, cifra que se pretende llevar hasta los 30.000 millones a la conclusión de 2027. Más allá de ese horizonte, Sacyr espera multiplicar por tres la inversión y el valor de sus activos en 2033.

Sobre la firma

Javier F. Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.
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